Hace décadas (¡ok! exagero, solo unos meses), que no posteo una sola letra en mi Blog. Esta vez no me disculparé contándoles lo mucho que ha sucedido… pero mucho ha suce dido desde entonces.
Ha llegado el momento de reconocer que como toda Full time working mom, a veces me canso, me estreso y me culpo por no estar todo el tiempo que quiero en mi hogar, y también a veces me extrademoro en la ducha porque quiero un momento a solas y otras veces el shampoo seco es mi mejor amigo, porque tuve que consolar lágrimas por pesadillas, un espontáneo dolor de pancita o miedo a la oscuridad y pegamos un ojito en la madrugada, pero, de todas formas, debo ir a trabajar y lucir medianamente decente y tratar de no reflejar que no pudimos dormir la noche anterior.
Por esto, y otro millón de razones más, los fines de semana se han convertido para mí, en el mejor momento para regalonear , jugar, reír y, también, cocinar con mi pequeño. Reconozcámolos, no hay much tiempo disponible, por lo que aprovecho cualquier segundo del día para ponerme al día con lo que tengo pendiente, o dormir un par de minutos una pequeña siesta. Por lo que realizar esta receta, no les tomará más de 25 minutos y todos, no sólo los niños, quedarán felices (y satisfechos).
Para poder explicar esta simple, pero deliciosa, preparación debo volver muchos muchos años atrás, cuando mi mamá me enseñó que “todo se puede congelar”… de hecho recuerdo que mi papá me decía “si no pasas rápido por la cocina, la mamá te congela”, y tenía razón, lasaña, porotos, arroz, según mi madre todo se podía congelar, todo estaba en la técnica para hacerlo y luego deshacer el proceso.
Volvamos a nuestra receta, debo aclarar que daré los ingredientes exactos que utilicé , pero como siempre les digo, todos estos pueden ser reemplazados por alternativas que ustedes prefieran (pollo sin crispy, fideos integrales, crema descremada, entre otros).
Hace un par de semanas compramos con una amiguita , toneladas de chicken strips en KFC, para un viernes chanchoso, lo sé, nada saludable y todo aquello, pero de vez en cuando, necesario.
Como era esperarse, sobraron muchas tiritas de pollo y decidimos congelarlas . Procedimiento muy simple, metes unas cuatro o cinco piezas de este pollo en una bolsa ziploc, luego pones adento en cada lado un trozo de toalla nova y directo al congelador. Cada vez que quieras revivirlas, solo debes meterlas al horno, directamente del congelador, y listo, y ¡ojo! que yo soy bien mañosita con la frescura y el sabor de los alimentos.
Primero, debes poner a cocer la pasta, por supuesto que utilicé animalitos, que es la favorita de Fernando, pero puede ser cualquier tipo de pasta corta. Pero, insisto, ¡ los animalitos son insuperables, tiernos, tiernos, tiernos!
Mientras cocinas la pasta, debes poner a descongelar en el horno el pollo y luego picarlo en pequeños trozos, esto lo puedes hacer también, con pollo a la plancha e incluso nuggets, la idea es que sea algo que a todos les guste y que al mismo tiempo no te tome demasiado tiempo en resolver.
Luego, debes poner los pollos en un sartén u olla profunda, junto a la salsa de tomate que prefieras, puede ser natural, en bolsa, en tarro, como siempre, lo importante en no complicarte la vida. Utilizaremos 2 x 1 para guiarnos con la cantidad, es decir 2 medidas de salsa de tomate por una medida de crema.
Se pone a fuego lento, la idea es solo ligar la salsa con el pollo y la crema, este es el momento en que si quieres aplicar, ajo, condimentos, algo picante, lo que desees lo hagas. Yo prefiero dejarlo lo más simple posible, es igual de delicioso y totalmente apto para cualquier integrante de la familia.
Después, pones un poco de salsa en la base de una fuente de vidrio, sobre esta viertes la pasta ya cocida, y todo lo que queda de la salsa encima. Luego, lo cubres con excesivas láminas de queso mantecoso, parmesano, gauda o el que tengas en tu refrigerador.
El toque perfecto se obtiene al espolvorear queso rallado parmesano , también en cantidad a gusto. Y luego al horno, por unos 7 minutos, dependiendo de la temperatura (y humor, como ya lo hemos comentado) de tu horno.
¡Voilà! Un resultado perfecto, que te hará rockear como una mami/chef profesional.